Luz verde a una reserva ecológica en una antigua zona de caza
El proyecto en el que desde hace dos años y medio vienen trabajando la agrupación ecologista Pinsapo y la empresa Monte Aventura está cada vez más cerca de ser una realidad. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía acaba de dar luz verde a la Autorización Ambiental Unificada en la que se incluye la concesión de ocupación del monte público, la protección como reserva ecológica y la resolución de apertura al público como núcleo zoológico. Con este permiso, la Administración autonómica avala la apuesta por convertir la antigua zona de animales de caza en una reserva ecológica abierta al público.
"Después de dos años y medio de tramitaciones hemos conseguido proteger la zona como reserva ecológica con unos objetivos claros de educación ambiental y protección de la naturaleza", señaló Antonio Calvo, miembro de la reserva. No obstante, para alcanzar el objetivo final quedan aún algunos pasos previos antes de registrar la zona como núcleo zoológico. Entre ellos, la construcción de algunas instalaciones específicas, como un espacio de cuarentena, una casa de curas y un capturadero para manejo veterinario. "Cuando consigamos esos tres requisitos entonces no solo se declarará como núcleo zoológico sino que se abrirá al público", agregó.
Los trabajos comenzarán después del verano para evitar riesgos innecesarios durante la temporada alta de incendio. Asimismo, al darse de alta como núcleo zoológico la ley les exige realizar una campaña en torno a una especie protegida, para lo que han elegido el camaleón común, presente en la reserva.
Entre algunos de sus principales objetivos, la Eco Reserva Ojén contempla la conservación de la naturaleza y custodia de la fauna autóctona, compuesta principalmente por el muflón, el ciervo, la cabra montesa, rapaces, perdices y reptiles, y contribuir al desarrollo sostenible que genere recursos y cuide el medio ambiente.
Para ello, en colaboración con los Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), cumplirá la función de ser un refugio de fauna irrecuperable, dando una segunda oportunidad a los animales heridos que no pueden vivir en libertad. También promoverá la conservación de la biodiversidad a través de programas educativos, ofrecerá visitas guiadas y experiencias de ecoturismo.
El proyecto nació tras el devastador incendio que arrasó buena parte de la sierra de la Costa del Sol en el verano de 2012. Concretamente, se asienta sobre casi cien hectáreas del monte de Ojén que fueron especialmente dañadas.
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