En un acto verdaderamente caritativo el Dr. Wong decidió dar el mejor regalo de navidad a una pareja... operar gratis a su amada perra Lola para que vuelva a caminar.
La pequeña salchicha llamada Lola y sus padres humanos, tuvieron una semana bastante complicada antes de que llegue la navidad, llena de sentimientos encontrados de dolor, angustia, impotencia, resignación pero al final de gran felicidad gracias al solidario regalo de un veterinario caritativo.
Todo comenzó cuando Lola se quedó con sus patas traseras paralizadas, unos días antes de la Navidad. Sus padres humanos, David y Sumey Hageman, al llevarla al veterinario descubrieron que Lola de cuatro años, tenía un problema en la columna
Pero la peor noticia fue que la operación a la columna que necesitaba Lola, tenía un costo de $ 6 000 dólares, un monto imposible de pagar para la joven pareja que había acabado de comprar su casa y tenía un hijo de 2 años.
Con mucho dolor, al ser imposible pagar la operación, la pareja tomó la decisión más difícil de sus vidas, desprenderse de Lola y entregarla a una protectora de animales que pueda ver por ella y pagar su operación. Eso significaría por reglamento, que jamás podrían tener a Lola de nuevo con ellos ni tampoco ir a verla.
Todo cambiaría cuando el veterinario Michael Wong, de la Southeast Veterinary Neurology en Miami, Florida, se conmovió al conocer la historia y la pena de la pareja que tuvo que renunciar a su amada perrita. Él decidió realizar la cirugía de emergencia a Lola totalmente gratis y pidió al grupo de rescate que Lola pueda volver con su familia.
El miércoles, Sumey Hageman apareció pensando que sólo sería capaz de visitar a Lola, quien la tuvo desde que era una bebé de solamente 5 semanas de vida.
Su marido, David, sabía del plan por adelantado y lo mantuvo como una sorpresa para su esposa.
Cuando apareció el Dr. Wong y les dio la noticia, las lágrimas comenzaron a fluir.
La operación a la columna fue un éxito y tan pronto como Lola vio a sus padres el miércoles en víspera a la Nochebuena, su cola comenzó a menearse, mientras que su lengua seguía lamiéndolos y lamiéndolos, con un lloriqueo de ansiedad y felicidad por estar de nuevo con los seres que más ama.
Sumey estaba llorando cuando se reunió con Lola justo antes de Navidad y le dijo al Miami Herald que fue el mejor regalo de Navidad que jamás había conseguido.
La feliz Navidad de la famila Hageman, fue posible gracias el corazón generoso de este buen veterinario que dijo: "No me puedo imaginar tener que hacer ese tipo de decisión", al ver la reacción de la familia reunida otra vez.
La pequeña salchicha llamada Lola y sus padres humanos, tuvieron una semana bastante complicada antes de que llegue la navidad, llena de sentimientos encontrados de dolor, angustia, impotencia, resignación pero al final de gran felicidad gracias al solidario regalo de un veterinario caritativo.
Todo comenzó cuando Lola se quedó con sus patas traseras paralizadas, unos días antes de la Navidad. Sus padres humanos, David y Sumey Hageman, al llevarla al veterinario descubrieron que Lola de cuatro años, tenía un problema en la columna
Pero la peor noticia fue que la operación a la columna que necesitaba Lola, tenía un costo de $ 6 000 dólares, un monto imposible de pagar para la joven pareja que había acabado de comprar su casa y tenía un hijo de 2 años.
Con mucho dolor, al ser imposible pagar la operación, la pareja tomó la decisión más difícil de sus vidas, desprenderse de Lola y entregarla a una protectora de animales que pueda ver por ella y pagar su operación. Eso significaría por reglamento, que jamás podrían tener a Lola de nuevo con ellos ni tampoco ir a verla.
Todo cambiaría cuando el veterinario Michael Wong, de la Southeast Veterinary Neurology en Miami, Florida, se conmovió al conocer la historia y la pena de la pareja que tuvo que renunciar a su amada perrita. Él decidió realizar la cirugía de emergencia a Lola totalmente gratis y pidió al grupo de rescate que Lola pueda volver con su familia.
El miércoles, Sumey Hageman apareció pensando que sólo sería capaz de visitar a Lola, quien la tuvo desde que era una bebé de solamente 5 semanas de vida.
Su marido, David, sabía del plan por adelantado y lo mantuvo como una sorpresa para su esposa.
Cuando apareció el Dr. Wong y les dio la noticia, las lágrimas comenzaron a fluir.
La operación a la columna fue un éxito y tan pronto como Lola vio a sus padres el miércoles en víspera a la Nochebuena, su cola comenzó a menearse, mientras que su lengua seguía lamiéndolos y lamiéndolos, con un lloriqueo de ansiedad y felicidad por estar de nuevo con los seres que más ama.
Sumey estaba llorando cuando se reunió con Lola justo antes de Navidad y le dijo al Miami Herald que fue el mejor regalo de Navidad que jamás había conseguido.
La feliz Navidad de la famila Hageman, fue posible gracias el corazón generoso de este buen veterinario que dijo: "No me puedo imaginar tener que hacer ese tipo de decisión", al ver la reacción de la familia reunida otra vez.
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