En ese campo no tan santo fue a refugiarse Nubia, a las afueras del pueblo, donde el tráfico de coches y de personas era menor.
Se le había visto varias veces por la noche a la misma hora entrar a esta zona y nuestro contacto supuso que allí mismo es donde dormía.
Estaba en lo cierto, allí tenía su cama hecha, alrededor de la poca mala hierba que allí crecía, descansando sobre una columna vertebral de otro animalillo.
Llegamos hora y media antes de lo previsto, queríamos montar antes de que llegase ella y así que pudiera toparse con la comida que le habíamos preparado.
La sorpresa fue cuando bajamos del coche y fuimos a observar la zona para valorar cuál sería el sitio indicado para poner la jaula. De repente vimos un cuellilargo asomarse entre las hierbas. Nubia estaba ya allí.
Sin hacerla más caso y sin molestarla más, montamos la jaula tranquilamente. En cuánto terminamos e hicimos algo de ruido con las latas de comida, se levantó y muy sigilosa se dirigió hacia la jaula.
Cinco minutos más y ya había terminado todo para ella, la teníamos a salvo. Nunca más tendrá que dormir al raso sobre huesos y cenizas.
Ahora descansa en su casa de acogida, calentita y sobre una cama mullida y rodeada de mantas.
Una vez más, otro rescate de un galgo sin microchip. Hay algo curioso en declaraciones y alegaciones en todo tipo de medios de los responsables de La Federación Española de Galgos, “LOS GALGOS QUE HAY ABANDONADOS EN PUEBLOS, CUNETAS, ETC, NO SON ABANDONADOS POR GALGUEROS, SON GALGOS ROBADOS” Reflexión: ¿SI TODOS ESTOS GALGOS SON ROBADOS? ¿Por qué no tienen microchip? ¿Estáis haciendo algo ilegal, o no?
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