Una podenca salva la vida después de que le cortaran la tráquea y la intentaran ahorcar

No contento con ponerle dos cuerdas al cuello para garantizar su muerte, su asesino la degüella, aunque el animal pudo cortar sus ataduras y llegar hasta un pueblo donde fue rescatada por una protectora de la zona

Galgos y  podencos: los grandes maltratados en esa España profunda, esa de cazadores que ven en este noble animal un objeto que, una vez deja de serles útil, no reciben una 'jubilación' tranquila, o un nuevo hogar donde les ofrezcan el amor que se merecen. La mentalidad de esos mal llamados humanos es la de pegarles un tiro (eso en el mejor de los casos en el que reciben una muerte rápida), o bien, en la mayoría de los casos, los cuelgan del cuello en un árbol para morir en una lenta agonía.

El último caso de esta crueldad injustificada se produjo en la la localidad toledana de Chozas de Canales. Una perra de raza podenco ibicenco recorre el pueblo mientras a su paso va dejando un gran reguero de sangre. Los vecinos alertan a la protectora de Mentrida, Doghorsecity que la busca hasta localizarla en un almacén, donde el pobre animal se había refugiado.

El reguero de sangre lo provocaba un profundo corte en forma cuadrada que había seccionado su garganta, dejando al descubierto la tráquea. Además, la podenca aún llevaba consigo las pruebas de su intento de asesinato: dos cuerdas de unos 50 centímetros, una de nilón negro y otra de pita, mordidas en la parte final, prueba de la lucha del animal por salvar su vida. 

Su asesino colgó a la podenca con dos cuerdas para garantizar así la muerte del animal y que, en caso de que una se rompiera, aún quedara la otra para sesgarle la vida. Su mentalidad criminal no quedaba satisfecha con esto y, por si el ahorcamiento fallase, aún le cortó la tráquea. “Fue un gran error ya que, gracias al corte en la tráquea, el animal pudo seguir respirando y poco a poco morder las cuerdas que lo ahorcaban hasta poderse liberar y poder huir”, explica Ángel Felez, presidente de la protectora Doghorsecity.

La podenca, a la que han llamado Valentina, necesitó una transfusión debido a la gran cantidad de sangre que había perdido y, tras ser estabilizada, fue operada. Su pronóstico es favorable, según apunta Felez, “Está ingresada y evoluciona favorablemente, le están practicando pruebas por si la falta de riego haya podido afectar de alguna manera a su cerebro pero, por el momento, todas están saliendo 

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