Los disparos no respetan ni al animal más rápido del mundo, que además habita en Madrid, en plena capital, donde hay censados siete nidos en edificios. De uno de ellos, situado en el distrito de Latina, echó a volar el pasado año uno de los tres pollos que tuvo la pareja de halcón peregrino, una especie protegida y ave rapaz capaz de alcanzar los 300 kilómetros por hora. Su vida en libertad ha durado escasamente un año. El 23 de agosto fue encontrado herido en el término municipal de Móstoles, dentro del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
Desde entonces, veterinarios del centro de recuperación de animales del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), situado en Majadahonda, intentan recuperar al joven ejemplar de halcón, al que las le detectaron un perdigón alojado junto al hueso fracturado. “El halcón fue operado de urgencia el mismo día del ingreso y desde entonces su situación se ha estabilizado, aunque el equipo veterinario aún mantiene reservas en cuanto a sus posibilidades de recuperación total para ser devuelto al medio natural”, señalan desde Grefa.
Peor suerte ha corrido un ejemplar de águila imperial ibérica, especie considerada en peligro de extinción en España. Medio centenar de perdigones repartidos por varias partes de su cuerpo hicieron imposible su recuperación tras su ingreso también en el centro de Grefa. En este caso el ejemplar se encontró igualmente este verano en una carretera de la zona de norte de Madrid, aparentemente atropellada, aunque la necropsia realizada por Grefa descubrió la causa real de su muerte.
Tanto esta organización, como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), que desarrolla junto a otros organismos y entidades la conservación y seguimiento científico de los halcones de Madrid, recuerdan que los tiroteos se han producido en plena media veda, periodo estival (del 17 de agosto al 12 de septiembre) en el que se autoriza la caza de especies como la paloma torcaz, la tórtola común y la codorniz. “Desde hace mucho tiempo venimos denunciando que esta modalidad cinegética da pie a la caza furtiva de aves rapaces y otras especies protegidas durante el mes de duración en el que suele estar vigente, pero la realidad es que el problema continúa año tras año”, explica Ernesto Álvarez, presidente de Grefa.
Nicolás López, técnico del Área de Conservación de SEO/BirdLife, alerta que “numerosas rapaces están alimentándose en sus territorios habituales justo en el momento en el que se habilita la época de caza en los mismos lugares". Desde Grefa añaden que los casos del halcón peregrino y el águila imperial no son los únicos de rapaces que van a parar a su hospital de fauna “tras ser tiroteadas por cazadores desaprensivos en media veda”. En la temporada de este año han ingresado también un azor y un búho real a los que no se les pudo salvar la vida.
José Enrique Sánchez, vicepresidente de la Real Federación Española de Caza, considera que se trata de “actos aislados y desafortunados que no deben sembrar las dudas sobre un colectivo formado por más de un millón de cazadores”. Además, afirma que “la colaboración directa de este colectivo también ha permitido la recuperación de muchas especies, incluida el águila imperial ibérica”.
En España el halcón peregrino está incluido en el Régimen de Protección Especial, pero en la Comunidad de Madrid aparece como vulnerable en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Por este motivo, SEO/BirdLife ha denunciado los hechos ante la Fiscalía Provincial de Madrid y ha puesto en conocimiento de la Dirección General del Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid esta situación. También denuncian que “en la Comunidad de Madrid no existe aún un plan de conservación para el halcón peregrino, a pesar de que desde el año 1989 existe la obligación legal de elaborar dichos planes para las especies catalogadas como vulnerables”.
De acuerdo con los datos del programa, a nivel nacional ambas especies sufren un declive continuado, de casi un 30% en el caso de la tórtola y de más de un 50% en el de la codorniz, reflejan las cifras desde SEO/BirdLife. Desde la Real Federación Española de Caza cuestionan estos datos, por considerarlos selectivos. “Nosotros no observamos ese tipo de disminuciones”, afirma su vicepresidente, José Enrique Sánchez. “Todas las comunidades autónomas realizan cada vez un mayor control sobre el número de capturas por cazador para hacer más sostenible este período de caza”, concluye Sánchez.
Desde entonces, veterinarios del centro de recuperación de animales del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), situado en Majadahonda, intentan recuperar al joven ejemplar de halcón, al que las le detectaron un perdigón alojado junto al hueso fracturado. “El halcón fue operado de urgencia el mismo día del ingreso y desde entonces su situación se ha estabilizado, aunque el equipo veterinario aún mantiene reservas en cuanto a sus posibilidades de recuperación total para ser devuelto al medio natural”, señalan desde Grefa.
Peor suerte ha corrido un ejemplar de águila imperial ibérica, especie considerada en peligro de extinción en España. Medio centenar de perdigones repartidos por varias partes de su cuerpo hicieron imposible su recuperación tras su ingreso también en el centro de Grefa. En este caso el ejemplar se encontró igualmente este verano en una carretera de la zona de norte de Madrid, aparentemente atropellada, aunque la necropsia realizada por Grefa descubrió la causa real de su muerte.
Tanto esta organización, como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), que desarrolla junto a otros organismos y entidades la conservación y seguimiento científico de los halcones de Madrid, recuerdan que los tiroteos se han producido en plena media veda, periodo estival (del 17 de agosto al 12 de septiembre) en el que se autoriza la caza de especies como la paloma torcaz, la tórtola común y la codorniz. “Desde hace mucho tiempo venimos denunciando que esta modalidad cinegética da pie a la caza furtiva de aves rapaces y otras especies protegidas durante el mes de duración en el que suele estar vigente, pero la realidad es que el problema continúa año tras año”, explica Ernesto Álvarez, presidente de Grefa.
Nicolás López, técnico del Área de Conservación de SEO/BirdLife, alerta que “numerosas rapaces están alimentándose en sus territorios habituales justo en el momento en el que se habilita la época de caza en los mismos lugares". Desde Grefa añaden que los casos del halcón peregrino y el águila imperial no son los únicos de rapaces que van a parar a su hospital de fauna “tras ser tiroteadas por cazadores desaprensivos en media veda”. En la temporada de este año han ingresado también un azor y un búho real a los que no se les pudo salvar la vida.
José Enrique Sánchez, vicepresidente de la Real Federación Española de Caza, considera que se trata de “actos aislados y desafortunados que no deben sembrar las dudas sobre un colectivo formado por más de un millón de cazadores”. Además, afirma que “la colaboración directa de este colectivo también ha permitido la recuperación de muchas especies, incluida el águila imperial ibérica”.
En España el halcón peregrino está incluido en el Régimen de Protección Especial, pero en la Comunidad de Madrid aparece como vulnerable en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Por este motivo, SEO/BirdLife ha denunciado los hechos ante la Fiscalía Provincial de Madrid y ha puesto en conocimiento de la Dirección General del Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid esta situación. También denuncian que “en la Comunidad de Madrid no existe aún un plan de conservación para el halcón peregrino, a pesar de que desde el año 1989 existe la obligación legal de elaborar dichos planes para las especies catalogadas como vulnerables”.
Preocupación también por la codorniz y la tórtola común
No solo las rapaces abatidas de forma intencionada o por negligencia durante el período de media veda sufren problemas de conservación en Madrid. También los tienen las especies para las que se autoriza su caza. En abril de este año SEO/BirdLife presentó los resultados de su programa de seguimiento de aves comunes en España, que lleva a cabo desde 1998 y acumula observaciones exhaustivas sobre 125 especies. Entre las poblaciones de especies que más preocupan están dos que se abaten en la media veda: la tórtola común y la codorniz común.De acuerdo con los datos del programa, a nivel nacional ambas especies sufren un declive continuado, de casi un 30% en el caso de la tórtola y de más de un 50% en el de la codorniz, reflejan las cifras desde SEO/BirdLife. Desde la Real Federación Española de Caza cuestionan estos datos, por considerarlos selectivos. “Nosotros no observamos ese tipo de disminuciones”, afirma su vicepresidente, José Enrique Sánchez. “Todas las comunidades autónomas realizan cada vez un mayor control sobre el número de capturas por cazador para hacer más sostenible este período de caza”, concluye Sánchez.
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