Copio:
¡CUCA Y GRINGO, DOS COCKER DE PURA RAZA EXPLOTADOS HASTA LA SACIEDAD!
Cuca y Gringo son dos abueletes. Tienen 12 y 14 años respectivamente, y han pasado toda su vida encerrados en una jaula, a manos de unos criadores sin escrupulos que les hacian criar y parir una y otra vez sin los mínimos cuidados. Cuando ya no servian para ese fín, les dejaron abandonados en la puerta de la prote en unas condiciones que daban ganas de llorar. Tendrán las secuelas el resto de sus vidas.
Cuca tenia infección en los oídos, sus mamas colgando por haber tenido camadas una y otra vez, y tumores en toda la cadena mamaria...algo de verdad muy triste.
Gringo está casi ciego, aunque aún ve un poquito, va todo el rato tras Cuca, y si siente que ella no está lo pasa mal.
Son un cielo de verdad, solo buscan mimos, y mas mimos… ya sabemos que es dificil que sean adoptados tan viejecitos pero tal vez alguien pueda acogerlos (a los dos juntitos) para que al menos al final de sus días conozcan el lado bueno de los seres humanos. Con la vida que han pasado ya es hora de que esten tranquilos y con cariño el tiempo que les quede.
Contacto: maitechu.carrasco@gmail.com
¡CUCA Y GRINGO, DOS COCKER DE PURA RAZA EXPLOTADOS HASTA LA SACIEDAD!
Cuca y Gringo son dos abueletes. Tienen 12 y 14 años respectivamente, y han pasado toda su vida encerrados en una jaula, a manos de unos criadores sin escrupulos que les hacian criar y parir una y otra vez sin los mínimos cuidados. Cuando ya no servian para ese fín, les dejaron abandonados en la puerta de la prote en unas condiciones que daban ganas de llorar. Tendrán las secuelas el resto de sus vidas.
Cuca tenia infección en los oídos, sus mamas colgando por haber tenido camadas una y otra vez, y tumores en toda la cadena mamaria...algo de verdad muy triste.
Gringo está casi ciego, aunque aún ve un poquito, va todo el rato tras Cuca, y si siente que ella no está lo pasa mal.
Son un cielo de verdad, solo buscan mimos, y mas mimos… ya sabemos que es dificil que sean adoptados tan viejecitos pero tal vez alguien pueda acogerlos (a los dos juntitos) para que al menos al final de sus días conozcan el lado bueno de los seres humanos. Con la vida que han pasado ya es hora de que esten tranquilos y con cariño el tiempo que les quede.
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