Copio
Pipo es un cruce de sabueso de unos 6 años. Su lema la tranquilidad; su fiel amigo, el sol. Tranquilo y bajo el sol sigue esperando que su suerte cambie, tanquilo y bajo el sol sueña en una familia a la que adorar. Pipo esta en el Albergue Sahagun, Amigos de los Animales de Tierra de Campos.
Pipo llevaba cuatro años vagando por las calles de Sahagún, buscándose la vida. En todo este tiempo nadie ha sido capaz de cogerle, pero el 25 de Mayo de 2009 por fin pudo ser recogido gracias a una vecina que consiguió cogerle y salvarle de ser atropellado.
Acostumbrado como estaba a sobrevivir sin contacto con nadie, comiendo desperdicios que encontraba por el pueblo y comida que le dejaban algunos vecinos, ahora está muerto de miedo al verse rodeado de gente y de un montón de perros.
Al llegar no paró de temblar, se sentó en uno de los cuartos y se quedó paralizado, sin entender lo que estaba pasando. Aún así se ha dejado revisar sin problema por la veterinaria.
Ahora Pipo está mucho más adaptado al albergue. El pánico que tenía a las personas ha desaparecido y se deja tocar y coger sin problemas. Incluso se pone contento cuando alguien llega al albergue.
Con los demás perros no se relaciona mucho, aunque un par de veces ha jugado un poco con una perra llamada Sassie, pero normalmente la única actividad de Pipo es dejar pasar el tiempo tranquilamente tumbado al sol.
Para adoptarle o apadrinarle llamar al 677687772 o escribir un mail a aatcsahagun@gmail.com
Pipo es un cruce de sabueso de unos 6 años. Su lema la tranquilidad; su fiel amigo, el sol. Tranquilo y bajo el sol sigue esperando que su suerte cambie, tanquilo y bajo el sol sueña en una familia a la que adorar. Pipo esta en el Albergue Sahagun, Amigos de los Animales de Tierra de Campos.
Pipo llevaba cuatro años vagando por las calles de Sahagún, buscándose la vida. En todo este tiempo nadie ha sido capaz de cogerle, pero el 25 de Mayo de 2009 por fin pudo ser recogido gracias a una vecina que consiguió cogerle y salvarle de ser atropellado.
Acostumbrado como estaba a sobrevivir sin contacto con nadie, comiendo desperdicios que encontraba por el pueblo y comida que le dejaban algunos vecinos, ahora está muerto de miedo al verse rodeado de gente y de un montón de perros.
Al llegar no paró de temblar, se sentó en uno de los cuartos y se quedó paralizado, sin entender lo que estaba pasando. Aún así se ha dejado revisar sin problema por la veterinaria.
Ahora Pipo está mucho más adaptado al albergue. El pánico que tenía a las personas ha desaparecido y se deja tocar y coger sin problemas. Incluso se pone contento cuando alguien llega al albergue.
Con los demás perros no se relaciona mucho, aunque un par de veces ha jugado un poco con una perra llamada Sassie, pero normalmente la única actividad de Pipo es dejar pasar el tiempo tranquilamente tumbado al sol.
Para adoptarle o apadrinarle llamar al 677687772 o escribir un mail a aatcsahagun@gmail.com
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