http://villabichos.blogspot.com creo que historias como estas deben repetirse mil veces.... eso si con distintos protagonistas, ¿cuando seremos capaces de darnos cuenta del verdadero valor de estas razas?, precisamente ese valor no se puede medir, en piezas capturadas, o en carreras por el bosque.... el verdadero valor se mide al descubrir esa mirada inocente de verdadera devoción, ese abrazo ( si abrazo, porquee estas razas son especialistas verdad Flacky?, verdad Nilo?) en esos lametones llenos de amor..... Cuando les haremos justicias???
Se nos acusa de tener "rabia" a los cazadores.
Mil veces nos aseguran que los perros de caza cuando más felices son es en el campo, cazando..... Que en un sofá se mueren de pena....
Intentan convencernos de que los cazadores cuidan muy bien de sus perros.... los miman. Que se preocupan mucho por ellos.
Y ahora quizás deba pedir disculpas a ese escaso 1% de cazadores que constituyen la excepción que confirma la regla..... También conozco alguno..... Pero no puedo, cuando recuerdo a Senda la preciosa setter, a la que su cazador dueño dejó morir de hambre porque no le servia para cazar. A Coleguilla, el cachorro con asma al que su cazador dueño pegó dos tiros en el campo porque no era capaz de seguir su ritmo. A Ripa, encerrada hace meses en una perrera, porque su cazador dueño no quiere recogerla ni cederla...
Y a Galatea, la vieja braca, a la que su cazador dueño dejó en una perrera después de haberla utilizado durante años para cazar y parir. En un último rasgo de desprecio y crueldad, dijo en la perrera que Galatea tenia cáncer. Así se aseguraba que ella nunca saldría viva de la perrera. que nadie más podría "aprovechar" lo que él despreciaba. Le salió el tiro por la culata.....
Porque Galatea se vino a Villabichos, a disfrutar de los últimos meses que le permitiese su.... inexistente cáncer. Y de aquí, a Alemania, a buscar la paz y la felicidad
Probablemente Galatea ya no se acuerda de su pasado de perra de caza "feliz corriendo por el campo".
Seguro que ha borrado de su memoria esa etapa. Yo no....Y quiero compartirla con los que leéis este blog. Que es el antes y el después de una vieja perra de caza, reconvertida en perra de caSa. Quizás ahora os sea más fácil entender por qué tenemos rabia a los cazadores...
Aunque sé que es una historia feliz me acaba de dar un montón de ganas de llorar :(
ResponderEliminarMe alegro de que esté bien :)
besos