El podenco rescatado con el hocico atado con cinta aislante ya libre de ella
Todavía se puede reflejar el miedo en la expresión de sus ojos, aunque al menos ya aliviada por poder respirar, comer y beber sin la cinta que llevaba puesta alrededor de su hocico.
Abandonada y sin la posibilidad de poder injerir alimentos, querían que muriera sufriendo, pero llegamos a tiempo y pudimos rescatarla y liberarla de esa tortura que la estaba dejando sin vida.

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