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Y ESPERO QUE SEA POR MUCHO TIEMPO
A las 16:30 Jose, de HUELLAS DE ESPERANZA, me ha recogido y hemos ido a por ella al Cabezo de la Mina. No estaba donde la encontré esta mañana; se había trasladado a un huerto cercano y estaba a la sombra de un limonero bebiendo agua de un gotero. El almuerzo de esta mañana le ha dado algo de fuerzas. Se ha dejado coger mansamente. Ahora está en la Clínica Veterinaria AFRIKAAN de Santomera, estupendamente atendida. Uñas largas, sin pelo, desnutrida, llena de pulgas... está siendo revisada, desparasitada y lavada. Espero que no tenga ningún problema importante. Se moría de gusto cuando la acariciabas y se estremecía de gratitud cuando la veterinaria la trataba.Seguiré su evolución. Ahora, lo que tenemos que hacer es cooperar con estas asociaciones protectoras de animales, que falta les hace. Gracias infinitas a HUELLAS DE ESPERANZA: pocos minutos después de mi llamada Alicia ya estaba movilizándose y llamándome para que recogiéramos a Mina (la he llamado así por estar viviendo, posiblemente mucho tiempo, al lado del cabezo mágico de Santomera, donde seguramente la abandonó alguien al que ha estado esperando, en vano, muchos días). Su marido, Jose, ha sido el que ha dirigido la operación rescate. Esta noche dormiré tranquilo
A las 16:30 Jose, de HUELLAS DE ESPERANZA, me ha recogido y hemos ido a por ella al Cabezo de la Mina. No estaba donde la encontré esta mañana; se había trasladado a un huerto cercano y estaba a la sombra de un limonero bebiendo agua de un gotero. El almuerzo de esta mañana le ha dado algo de fuerzas. Se ha dejado coger mansamente. Ahora está en la Clínica Veterinaria AFRIKAAN de Santomera, estupendamente atendida. Uñas largas, sin pelo, desnutrida, llena de pulgas... está siendo revisada, desparasitada y lavada. Espero que no tenga ningún problema importante. Se moría de gusto cuando la acariciabas y se estremecía de gratitud cuando la veterinaria la trataba.Seguiré su evolución. Ahora, lo que tenemos que hacer es cooperar con estas asociaciones protectoras de animales, que falta les hace. Gracias infinitas a HUELLAS DE ESPERANZA: pocos minutos después de mi llamada Alicia ya estaba movilizándose y llamándome para que recogiéramos a Mina (la he llamado así por estar viviendo, posiblemente mucho tiempo, al lado del cabezo mágico de Santomera, donde seguramente la abandonó alguien al que ha estado esperando, en vano, muchos días). Su marido, Jose, ha sido el que ha dirigido la operación rescate. Esta noche dormiré tranquilo
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