Buscan ADOPCIÓN JUNTOS
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Desde siempre en el pueblo lo han sabido. En aquella rotonda de la zona industrial, al anochecer, se reúnen los perros abandonados de la zona. Y en la oscuridad, casi a escondidas, unas quinceañeras les llevan cada día bolsas de pienso, compradas con sus escasos ahorros, con sus ganancias de trabajos ocasionales.
Y entre esos pequeños proscritos, hace ya dos años que siempre aparece un podenquito rubio. Pequeño, desconfiado, alegre y listo.... muy listo. Lo suficiente para haberse librado durante dos años del tráfico, de los cazadores, de la maldad de la gente. Y desde el verano pasado, le acompaña una cachorrita, pequeña podenca atigrada, que le mira con admiración y procura seguir sus pasos.......
Caía la noche y se repetía la rutina diaria.... perros y humanas acercándose a su cita. Bolsas de comida para amigos agotados y hambrientos. Y de pronto, el silencio roto por el frenazo de un coche, un golpe y un alarido...... Carreras en la oscuridad...Unos huyendo asustados del lugar. Otras, intentando ver quien de sus amigos necesitaba ayuda. Y la comida, que aquella noche se quedó sin probar......
Con la luz del día siguiente empezó la búsqueda....... Nada, ni una pista de lo que sucedió la noche anterior. Pero aquella noche el podenquito rubio y su amiga no acudieron a su cita.
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Han pasado dos semanas. Ya volvió la normalidad a la rotonda. También volvió, pasados unos días, el podenquito rubio.....solo.
Y de nuevo, al acercarse la noche, las chicas acuden a su cita. Desde lejos, ven al rubio intentando sacar a rastras de entre los matorrales algo, que en la distancia, parece una manta. Al acercarse más se dan cuenta de la realidad: Salva, el podenquito rubio, intenta a ayudar a Siena, su compañera, que se arrastra trabajosamente, dolorida, con sus patas traseras inmovilizadas....... No hay tiempo que perder: cogen a Siena en brazos y corren en busca de ayuda. Detrás, en la rotonda, Salva contempla cómo se llevan a su amiga.
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Siena está en la enfermería de una protectora. Las noticias no son buenas.... dicen que no volverá a andar, que no pueden hacerse cargo de la operación, que no pueden mantener un perro paralítico. Les dan un ultimátum.... o encuentran un sitio para Siena, o en un par de días tendrán que sacrificarlas.
La llamada de socorro se extiende por facebook. Siena no merece morir. Después de dos semanas sola y herida, aguantando dolores, Siena merece cuidados, atenciones, un hogar.... Y pronto llega la ayuda. Desde el norte, se ofrece una acogida para la pequeña.... Mucho más al norte, desde Alemania, se envía el dinero para sus cuidados veterinarios. Siena sale hacia una clínica veterinaria. En cuanto pueda viajar, partirá rumbo a su nuevo hogar.......
Protegiendo a Siena entre sus brazos, como quien lleva un tesoro, llegan sus amigas al veterinario. Radiografías, analítica, medicación....... Siena quedará internada en observación durante unos días. Al abrir la puerta de la clínica, ya de vuelta a casa, un podenquito rubio la cruza mirando a un lado y otro... hasta encontrar la sala onde descansa su pequeña amiga....
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Cuatro días está internada Siena en la clínica... Cuatro días Salva va a pasar el día con ella. Cuando cae la noche y la clínica cierra sus puertas, Salva es invitado a diferentes casas para pasar la noche seguro. El acepta la invitación... come, descansa un rato, y misteriosamente desaparece.... para volver a aaprecer en la puerta de la clínica a la mañana siguiente.
Y se acerca el viaje. Los dos tienen su sitio preparado en su casa de acogida. Los dos, su plaza reservada, los dos, una acogida temporal para el fin de semana, hasta que el lunes comience su nueva aventura. Llega el momento de la salida de Siena de la clínica: la acomodan con cuidado en el coche y cuando van a ayudar a Salva a subir.... de nuevo ha desaparecido. Siena sale hacia su casa de acogida, a más de 20 km, sola...... y Salva... ¿ dónde está Salva?
Es un fin de semana loco. Todo un pueblo buscando al podenquito rubio...... Ni en la rotonda, ni en el pueblo, ni en las casas que le acogieron estas noches..... ni siquiera a la puerta de la clínica, donde siempre estaba a la hora de abrir. Nadie ha visto a Salva..... Con mucha tristeza, se decide que Siena emprenda su viaje sola.......
A 20 km de allí su mamá de acogida intenta explicar a Siena que no debe tener miedo, aunque vaya a viajar solita. Que vamos a seguir buscando a Salva, y en cuanto esté con nosotras, haremos que puedan volver a reunirse.
Con la tristeza en el corazón, abraza a la podenquita y la acomoda de nuevo en el coche, para iniciar sola esa aventura que se planeó para dos...... Empieza la marcha y se sorprende por los ladridos de Siena.." ¿ qué te pasa pequeña?", acierta a decir, antes de ver, por el retrovisor, un podenquito rubio corriendo tras el coche.....
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Hace más de un año que Salva y Siena comparten acogida, cama, comida...... toda su vida. Siena se recuperó totalmente de sus heridas. Corre, salta, juega... siempre en la compañía de su amigo. Los dos están ya preparados para viajar a su hogar definitivo. Eso sí, solo ponen una condición: Juntos. Ellos quieren seguir su vida como hasta ahora, siempre juntos.: -- Nunca te voy a abandonar, Siena -- Lo sé, Salva
contacto timeofhope2@gmail.com
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Desde siempre en el pueblo lo han sabido. En aquella rotonda de la zona industrial, al anochecer, se reúnen los perros abandonados de la zona. Y en la oscuridad, casi a escondidas, unas quinceañeras les llevan cada día bolsas de pienso, compradas con sus escasos ahorros, con sus ganancias de trabajos ocasionales.
Y entre esos pequeños proscritos, hace ya dos años que siempre aparece un podenquito rubio. Pequeño, desconfiado, alegre y listo.... muy listo. Lo suficiente para haberse librado durante dos años del tráfico, de los cazadores, de la maldad de la gente. Y desde el verano pasado, le acompaña una cachorrita, pequeña podenca atigrada, que le mira con admiración y procura seguir sus pasos.......
Caía la noche y se repetía la rutina diaria.... perros y humanas acercándose a su cita. Bolsas de comida para amigos agotados y hambrientos. Y de pronto, el silencio roto por el frenazo de un coche, un golpe y un alarido...... Carreras en la oscuridad...Unos huyendo asustados del lugar. Otras, intentando ver quien de sus amigos necesitaba ayuda. Y la comida, que aquella noche se quedó sin probar......
Con la luz del día siguiente empezó la búsqueda....... Nada, ni una pista de lo que sucedió la noche anterior. Pero aquella noche el podenquito rubio y su amiga no acudieron a su cita.
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Han pasado dos semanas. Ya volvió la normalidad a la rotonda. También volvió, pasados unos días, el podenquito rubio.....solo.
Y de nuevo, al acercarse la noche, las chicas acuden a su cita. Desde lejos, ven al rubio intentando sacar a rastras de entre los matorrales algo, que en la distancia, parece una manta. Al acercarse más se dan cuenta de la realidad: Salva, el podenquito rubio, intenta a ayudar a Siena, su compañera, que se arrastra trabajosamente, dolorida, con sus patas traseras inmovilizadas....... No hay tiempo que perder: cogen a Siena en brazos y corren en busca de ayuda. Detrás, en la rotonda, Salva contempla cómo se llevan a su amiga.
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Siena está en la enfermería de una protectora. Las noticias no son buenas.... dicen que no volverá a andar, que no pueden hacerse cargo de la operación, que no pueden mantener un perro paralítico. Les dan un ultimátum.... o encuentran un sitio para Siena, o en un par de días tendrán que sacrificarlas.
La llamada de socorro se extiende por facebook. Siena no merece morir. Después de dos semanas sola y herida, aguantando dolores, Siena merece cuidados, atenciones, un hogar.... Y pronto llega la ayuda. Desde el norte, se ofrece una acogida para la pequeña.... Mucho más al norte, desde Alemania, se envía el dinero para sus cuidados veterinarios. Siena sale hacia una clínica veterinaria. En cuanto pueda viajar, partirá rumbo a su nuevo hogar.......
Protegiendo a Siena entre sus brazos, como quien lleva un tesoro, llegan sus amigas al veterinario. Radiografías, analítica, medicación....... Siena quedará internada en observación durante unos días. Al abrir la puerta de la clínica, ya de vuelta a casa, un podenquito rubio la cruza mirando a un lado y otro... hasta encontrar la sala onde descansa su pequeña amiga....
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-- Lo sé, Salva
Cuatro días está internada Siena en la clínica... Cuatro días Salva va a pasar el día con ella. Cuando cae la noche y la clínica cierra sus puertas, Salva es invitado a diferentes casas para pasar la noche seguro. El acepta la invitación... come, descansa un rato, y misteriosamente desaparece.... para volver a aaprecer en la puerta de la clínica a la mañana siguiente.
Y se acerca el viaje. Los dos tienen su sitio preparado en su casa de acogida. Los dos, su plaza reservada, los dos, una acogida temporal para el fin de semana, hasta que el lunes comience su nueva aventura. Llega el momento de la salida de Siena de la clínica: la acomodan con cuidado en el coche y cuando van a ayudar a Salva a subir.... de nuevo ha desaparecido. Siena sale hacia su casa de acogida, a más de 20 km, sola...... y Salva... ¿ dónde está Salva?
Es un fin de semana loco. Todo un pueblo buscando al podenquito rubio...... Ni en la rotonda, ni en el pueblo, ni en las casas que le acogieron estas noches..... ni siquiera a la puerta de la clínica, donde siempre estaba a la hora de abrir. Nadie ha visto a Salva..... Con mucha tristeza, se decide que Siena emprenda su viaje sola.......
A 20 km de allí su mamá de acogida intenta explicar a Siena que no debe tener miedo, aunque vaya a viajar solita. Que vamos a seguir buscando a Salva, y en cuanto esté con nosotras, haremos que puedan volver a reunirse.
Con la tristeza en el corazón, abraza a la podenquita y la acomoda de nuevo en el coche, para iniciar sola esa aventura que se planeó para dos...... Empieza la marcha y se sorprende por los ladridos de Siena.." ¿ qué te pasa pequeña?", acierta a decir, antes de ver, por el retrovisor, un podenquito rubio corriendo tras el coche.....
-- Nunca te voy a abandonar, Siena
-- Lo sé, Salva
Hace más de un año que Salva y Siena comparten acogida, cama, comida...... toda su vida. Siena se recuperó totalmente de sus heridas. Corre, salta, juega... siempre en la compañía de su amigo. Los dos están ya preparados para viajar a su hogar definitivo. Eso sí, solo ponen una condición: Juntos. Ellos quieren seguir su vida como hasta ahora, siempre juntos.: -- Nunca te voy a abandonar, Siena -- Lo sé, Salva
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