El lado más humano de un can logró salvar a otra perra
El animal llamó la atención de un joven y le llevó hasta su malherida compañera
A veces, las historias más entrañables no provienen del ser humano, sino que sus protagonistas pertenecen al mundo animal. En este contexto podría encuadrarse la historia de dos perros abandonados a su suerte en las calles de Boiro. Uno de ellos, concretamente una hembra, logró salvar la vida después de días de agonía gracias, precisamente, a la humanidad de su compañero de fatigas.
Hace algo más de una semana, la perra fue atropellada en plena avenida de la Constitución por un coche que se dio a la fuga. Un vecino se percató de lo ocurrido y rápidamente bajó desde su casa para atender al animal herido, sin embargo, cuando llegó ya no quedaba rastro ni de ella ni del can que la acompañaba. Lo curioso del asunto llegó cuatro días después, cuando este último salió de una zona arbolada a la calle para llamar la atención de un joven que pasaba por allí.
Con ladridos y gemidos, el perro logró que el hombre le hiciera caso y le siguiera hasta el lugar en el que estaba escondida su compañera, prácticamente moribunda debido a las heridas que sufrió cuando fue atropellada. La casualidad quiso que el vecino que los encontró sea amigo del que había presenciado el arrollamiento de la perra, así que en seguida se dio cuenta de que ambos animales estaban escondidos en aquel lugar desde hacía días sin comida ni bebida.
Una pata rota
El animal accidentado estaba grave debido a los golpes y magulladuras sufridas, y además tenía una pata rota a causa del atropello. Afortunadamente para ella, la persona que la encontró la recogió y la llevó a una clínica veterinaria, donde tuvo que ser operada y a estas alturas continúa recuperándose.
Por su parte, quien la encontró y una amiga se hacen cargo también del otro can, aunque este, que creen que puede ser hijo de la perra, no quiere separarse de ella pese a que todavía está ingresada en la clínica: «É incrible o intelixente que é ese can, el só foi quen de buscar axuda e agora non quere deixar á cadela soa. Impactounos moito a súa actitude».
Ahora, quienes rescataron a los animales, que no llevaban microchip y su delgadez evidenciaba que habían sido abandonados, tienen por delante la difícil tarea de encontrarles un hogar en el que los cuiden como se debe.
Por el momento, han tenido que descartar recurrir a la protectora A Moura porque su red de casas de acogida está saturada, así que utilizaron las redes sociales en busca de ayuda y de una vivienda para ambos perros: «A nós cáesenos a alma se temos que separalos», comentaba la joven que los está cuidando.
Si no queda más remedio, y aparecen personas dispuestas a acoger a uno de ellos, cada can tendrá que ir por su lado, aunque la intención es evitar a toda costa que eso suceda y conseguir que ambos animales puedan seguir juntos como hasta ahora.
Una historia con final feliz
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