Luna
¿Cómo llegó a vuestro hogar “Ada y Luna ”
Luna la cruce de pointer fue circunstancial, cuando murió Cris buscamos ampliar familia, el tipo de perro que buscaba era:
- Tamaño mediano, me encantan los perros medianos, me parecen perfectos.
- Cachorro, Miguel tenia 5 años, con Cris fue un poco dificil, a ella no le gustaban los niños y era mayorcita y Miguel la perseguía sin parar, por eso buscaba cachorro, quería que disfrutara de la compañía de un cachorro, que crecieran juntos y jugaran (ahora Miguel tiene 13 años y se refiere a Luna como mi hermana, siempre han dormido juntos).
- Hembra, siempre adopto hembras, pienso que es una hembra menos por el mundo criando.
Fuimos a una protectora y en la jaula de los cachorros todos nos saludaban emocionados, menos ella, mi Luna, estaba escondida sin moverse, enseguida nos dios cuenta que estaba enferma, así que decidí que seria ella la elegida porque me necesitaba, después de una pequeña discusión con Jose y el niño que querían cualquiera de los otros cachorros que nos saludaban felices, Luna se vino a casa, hace 7 años.
Cuando Luna estaba unos dos años en casa conseguí mi sueño, tener dos perros, después de años rogando Jose acepto de puro aburrimiento, solo me puso una condición, que estuviera en Valencia. No buscaba conscientemente uno de casa, pero de todas las fotos que veía en Internet siempre me fijaba en estas razas, la edad me daba igual, volvía a buscar, hembra y mediana, un día encontré unos ojillos que me miraban desde una foto muy mala, era una X bretoncita de un año con la pata vendada que había sido atropellada y se iba a quedar cojita, me enamore en ese momento de ella y supe que era para mi, ese fin de semana la recogimos. La habían recogido en un mercado, muerta de hambre, iba detrás de todo el mundo mendigando.
Ada
¿ Cómo definirías el carácter y su adaptación a la vida familiar?
Luna la pobre era una cachorra enferma, traumatizada y con síndrome de privación materna, yo un alma en pena que lloraba por las esquinas a mi otra perra, así que los primeros meses fueron un desastre, nos dio algunos problemas de educación que corregimos con la ayuda de la veterinaria, todo fue independiente de su raza, fueron circunstancias del estado psicológico de ambas.
Luna siempre ha sido una mas de la familia, adora a mi hijo y lo protege, sabe las normas y las sigue sin problemas, sabe cual es su sitio en la jerarquía y lo respeta y es simplemente maravillosa y muy inteligente.
Ada llego muy maltratada, se adapto desde el primer momento pero me desconcertaba, había vivido atada desde cachorra, sus marcas en el cuello y sus conductas esteriotipadas como dar vueltas sin cesar sobre si misma o hacer sus excrementos donde dormía eran síntomas de haber vivido en esas condiciones. Con paciencia lo hemos ido corrigiendo en estos años.
Se adapto perfectamente a casa, se convirtió en mi sombra y por su carácter dulce y sumiso nunca ha dado problemas.
No creo que sean diferentes por su raza, les encanta la calle y son muy activas, pero en casa se portan genial, duermen cuando salimos a trabajar y se quedan solas, y saltan y juegan cuando estamos en casa, son muy protectoras y vigilantes, avisan con cualquier ruido, siempre están cerca de nosotros, son muy familiares y afectivas, obedecen sin problemas y durante años llevan aceptando a todos los perros que pasan temporadas en casa en acogida. Son sociables, tanto con personas como con los demás perros.
Me han ayudado a criar a todos los cachorros que han pasado por casa, Ada jugando con ellos y Luna educándolos perfectamente y corrigiendoles.
¿Si pudieras echar el tiempo hacia atrás, volverías a tomar la misma decisión y adoptar a “Ada y Luna”?
A las dos sin duda, son mis chicas, parte de mi vida, no podría vivir sin ellas, las quiero con locura, con nuestros defectos y nuestras virtudes, somos una familia.
Necesito para vivir, la serenidad de Luna y la mirada de Ada.
En confianza, ahora que no nos oye nadie, solo hay una cosa que los días que estoy algo nerviosa me saca de quicio, cuando se quedan paradas en medio de la calle oliendo esa pequeña manchita muchas veces que ni yo misma veo y que se supone que hay en el suelo y permanezcan un cuarto de hora oliéndola sin parar y tensas y estáticas como estatuas, ahhhhhh, me pongo un poco de los nervios, pero en fin, luego lo compensan con el buen ritmo de las caminatas que damos.
Las dos
Es emocionante. Me gusta muchísimo leer estas historias de adoptados. Me alegro mucho por ellos. Por tener una familia que los quiere como se merecen.
ResponderEliminarUn beso.