La historia que conocemos de Galatea empezó hace dos años, en la perrera de Burgos...
Un cazador llevó una braca esquelética, sin ilusión, sin otra cosa que tristeza y abandono.
Allí la dejó no abandonada a su suerte , no, ni eso le concedió, al dejarla aviso que tenía un cáncer de ahí su aspecto deplorable
Un ángel se cruzó en el camino de Galatea, y salió de aquella muerte segura para pasar el tiempo que el cáncer le permitiera en el calor de un hogar
Cuando salió a la calle, pareció revivir al menos ya no estaba encerrada, visita al veterinario cruzando todo lo cruzable para que al menos Galatea tuviese unos meses de felicidad ...
“Cáncer” ¿Qué cáncer? Esta perra lo unico que tiene es una dejadez absoluta, su aspecto no es el resultado de una enfermedad sino de la falta de alimento , cariños y cuidados
Galatea miraba extrañada cuando la acariciaban , miraba extrañada cuando oía que la hablaban con palabras dulces, … no se paraba a mirar mucho la comida antes de hacerla desaparecer y así Galatea recuperaba peso y dignidad
Un buen día la suerte volvió a mirar a aquella braca y le llegó un regalo inesperado en forma de adopción en Holanda
Hoy dos años después, Galatea es una perra feliz, una perra querida, una perra que forma parte de una familia
Hoy dos años después, me encantaría que aquel desalmado que no sólo la abandonó en una perrera, sino que mintió para dejarla sin ningúna posibilidad de que saliera de allí con vida, la pudiera ver
pudiera ver que a pesar de todo lo que hizo hoy Galatea no sólo sigue viva sino con una vida que ni siquiera soñó estando con él... con una vida que ojalá el tenga que envidiar algún día y si es en el presente mejor
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