Recordais a Baus, el galgo del pozo?
http://perrosdecasa.blogsp
Copio
Seguimos con las buenas noticias acerca de Baus: ya no está ingresado y se recupera, lo cuidan y lo miman en casa de nuestra Helena.
Aún queda por saber si recuperará la sensibilidad de los dedos pero y en todo caso, parece que no habrá que amputarle la pata ¡bien! En quince días se le hará una nueva revisión, radiografía y lo necesario para determinar cuando hay que quitarle los fijadores externos y cuando hay que operarle de nuevo para colocarle una placa.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de charlar con uno de los bomberos que rescató a Baus y nos quedamos sin palabras y temblando cuando conocimos la historia del rescate: los bomberos realizaban un servicio en una de las zonas más degradadas y peligrosas de Sevilla (para vergüenza de nuestros políticos) cuando alguien les alertó que a un galgo le estaban propinando una paliza.
Se acercaron al lugar y efectivamente, a Baus le habían golpeado hasta casi matarlo. Tras la paliza lo habían tirado a un pozo, una suerte de fosa séptica en la que Baus se ahogaba. Gracias a la rapidez de los bomberos, Baus no murió ahogado.
Y pese a tanto dolor, sufrimiento y humillación, Baus no hace otra cosa que mover el rabo cuando un ser humano se le acerca. Pese a que jamás ha sabido sobre respeto o cariño, Baus confía y es un animal alegre y feliz.
A todos los que habéis colaborado con donativos, difundiendo la historia de Baus y haciéndonos sentir acompañados, mil gracias.
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Hace unos días tuvimos la oportunidad de charlar con uno de los bomberos que rescató a Baus y nos quedamos sin palabras y temblando cuando conocimos la historia del rescate: los bomberos realizaban un servicio en una de las zonas más degradadas y peligrosas de Sevilla (para vergüenza de nuestros políticos) cuando alguien les alertó que a un galgo le estaban propinando una paliza.
Se acercaron al lugar y efectivamente, a Baus le habían golpeado hasta casi matarlo. Tras la paliza lo habían tirado a un pozo, una suerte de fosa séptica en la que Baus se ahogaba. Gracias a la rapidez de los bomberos, Baus no murió ahogado.
Y pese a tanto dolor, sufrimiento y humillación, Baus no hace otra cosa que mover el rabo cuando un ser humano se le acerca. Pese a que jamás ha sabido sobre respeto o cariño, Baus confía y es un animal alegre y feliz.
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