El pasado domingo, Alberto B., de 17 años, participaba en la manifestación convocada por PACMA en Córdoba para pedir la prohibición de la caza. El acto tenía lugar en las cercanías de la feria de cazadores INTERCAZA, organizada por la diputación de Córdoba. Allí se exhiben rehalas donde hacinan al sol a cientos de podencos enjaulados, apenas sin agua y sin comida.
Según relata la denuncia presentada por el padre del menor, cuando Alberto B. vio como uno de los rehaleros se acercaba a una fuente para dar de beber a sus perros, se “dirigió a él para hacerle ver que esa agua no era potable y que no era conveniente darla a los animales”. En ese momento, dos personas “se abalanzaron sobre él de forma violenta y le agredieron. Uno le pegó en el mentón y otro en el lado derecho de la mandíbula. Por este motivo, cayó al suelo sufriendo una serie de lesiones de las que posteriormente fue asistido”. El joven fue llevado al hospital Reina Sofía de Córdoba donde, finaliza la denuncia, “consta haber sido atendido de contusión mandibular y erosiones”.

Según la denuncia “uno le pegó en el mentón y otro en el lado derecho de la mandíbula. Por este motivo, cayó al suelo sufriendo una serie de lesiones de las que posteriormente fue asistido”.

En el Partido Animalista – PACMA condenamos estos hechos. La violencia nunca está justificada y lamentamos que un menor que acudió a manifestarse libre y pacíficamente para defender a los animales fuera presuntamente agredido por quienes los maltratan. Posiblemente estemos en otro caso en el que aquellos que disfrutan de prácticas violentas y faltas de compasión, extienden su agresividad a las personas.
Todo nuestro apoyo y deseos de pronta recuperación a Alberto. Muchas gracias a él, a los que le asistieron y a todos los que levantan pacíficamente su voz en favor de aquellos que no pueden defenderse.