En memoria de Gordi (escrito de Villabichos)

¡¡¡¡ La que has armado, Gordi !!!!

Seguro que ahora estás, asomado desde tu nube, asombrado ante todo esto..... Tú sólo te acercaste al bordecito para volver a ver, desde allá arriba, a tu familia...a tu querida Miryam. Sólo querias ver que todo estaba bien, como siempre ha estado....

Y encuentras los ojos de Miryam llenos de lágrimas.....lágrimas que se unen a las de 8000 amigos más. Lágrimas que caen a la tierra para regar la semilla que ya ha empezado a germinar...

Te preguntas qué tiene que ver esto contigo... Claro, tu solo hiciste lo que mejor sabes hacer:

Ser compañero y amigo, esperar pacientemente junto al ordenador, hacer reir cuando más se necesita, pasear, jugar, revolcarte en la arena..... solo disfrutaste de la vida, de la comida, de los juegos, del amor de la familia..... Como cualquier otro perro. ¡¡¡¡ Que importa la raza !!!!
,
Y poco a poco conseguiste hasta cambiar el lenguaje, Pasaste de ser un perro de caZa a ser un perro de caSa. Sólo una letra que cambia totalmente una vida.....

Una casa en lugar de un zulo, un paseo en lugar de una cacería, pienso y chuches en lugar de pan duro, abrazos en lugar de patadas... y una vejez rodeado de cariño en lugar de un tiro o una cuerda en el campo.

Ya no sorprenden los setters paseando con sus dueños, los pointers viajando de vacaciones, los bretones jugando con los niños, los galgos luciendo su elegante estampa en la ciudad.....

Y tú, Gordi, eres, en gran parte, el culpable. Así que no te asombres si a tu nube empiezan a llegar bracos gorditos, podencos viejecillos hablando de sofás..... y si, al verte, sonrien y dicen los unos a los otros ; " Mira, es Gordi. El perrito de Myriam, el de "perros de casa",

martes, 14 de octubre de 2014

EL CASO EXCALIBUR Por la Dra. Núria Querol Viñas

EL CASO EXCALIBUR

Por la Dra. Núria Querol Viñas

Todavía me cuesta digerir las noticias que me llegaban la semana pasada a EEUU sobre el angustiosa caso de Excalibur mientras me encontraba en un congreso. Me parecía del todo inverosímil que la CAM decidiera sacrificar el perro de la auxiliar de enfermería infectada de Ébola, Teresa Romero, y de su pareja, Javier Limón. No podía creer que una orden judicial para sacrificar un animal se dictara a tanta velocidad cuando otras órdenes para proteger a personas o animales tardan mucho más. Javier Limón hizo una llamada desesperada desde su aislamiento en forma de un emotivo vídeo suplicando a las autoridades que salvaran su perro. Ni el clamor de los ciudadanos, ni la opinión de expertos, ni el hecho de que no haya ningún caso documentado de transmisión de humanos a perros, ni la condena internacional sirvieron para detener un engranaje cruel y victimizador. No sólo Teresa era retratada como la responsable última de su contagio, sino que se sacrificaba un perro inocente sin ninguna base científica.

Excalibur se convirtió en un símbolo de la indefensión de los ciudadanos ante un sistema desprovisto de humanidad quedando en brutal evidencia ante el mundo entero. No hace falta que os diga que los comentarios y las críticas tanto de los expertos como de la prensa internacional fueron , y todavía son, durísimos contra la actuación de la CAM en la crisis del Ébola.

Si Excalibur, Teresa y Javier vivieran en Dallas, Teresa sería considerada una heroína por arriesgar su vida por tener la generosidad de velar por otro ser humano. Si vivieran en Dallas, el alcalde Mike Rawlings, mientras visita puerta por puerta a los vecinos para tranquilizarlos, les hubiera prometido proteger su perro. Si vivieran en Dallas, Excalibur estaría en cuarentena en su piso mientras Dallas Animal Services, la Dallas SPCA y el Ayuntamiento trazan, con la ayuda de expertos, un plan para la cuarentena. Si vivieran en Dallas, los equipos de limpieza habrían ido cada día en proporcionar agua y comida al animal. En realidad, tampoco habría que vivir en Dallas, sino en un lugar donde la administración demuestre empatía y cordura: empatía para ayudar a los ciudadanos a los que sirve y cordura para actuar con inteligencia, serenidad y madurez. Quizás no hace falta ni coger un avión para ir a un lugar así, sino una papeleta y una urna.

El cas Excalibur http://www.totsantcugat.cat/ca/notices/2014/10/el-cas-excalibur-23961.php

Foto: EL CASO EXCALIBUR

Por la Dra. Núria Querol Viñas

Todavía me cuesta digerir las noticias que me llegaban la semana pasada a EEUU sobre el angustiosa caso de Excalibur mientras me encontraba en un congreso. Me parecía del todo inverosímil que la CAM decidiera sacrificar el perro de la auxiliar de enfermería infectada de Ébola, Teresa Romero, y de su pareja, Javier Limón. No podía creer que una orden judicial para sacrificar un animal se dictara a tanta velocidad cuando otras órdenes para proteger a personas o animales tardan mucho más. Javier Limón hizo una llamada desesperada desde su aislamiento en forma de un emotivo vídeo suplicando a las autoridades que salvaran su perro. Ni el clamor de los ciudadanos, ni la opinión de expertos, ni el hecho de que no haya ningún caso documentado de transmisión de humanos a perros, ni la condena internacional sirvieron para detener un engranaje cruel y victimizador. No sólo Teresa era retratada como la responsable última de su contagio, sino que se sacrificaba un perro inocente sin ninguna base científica.

Excalibur se convirtió en un símbolo de la indefensión de los ciudadanos ante un sistema desprovisto de humanidad quedando en brutal evidencia ante el mundo entero. No hace falta que os diga que los comentarios y las críticas tanto de los expertos como de la prensa internacional fueron , y todavía son, durísimos contra la actuación de la CAM en la crisis del Ébola.

Si Excalibur, Teresa y Javier vivieran en Dallas, Teresa sería considerada una heroína por arriesgar su vida por tener la generosidad de velar por otro ser humano. Si vivieran en Dallas, el alcalde Mike Rawlings, mientras visita puerta por puerta a los vecinos para tranquilizarlos, les hubiera prometido proteger su perro. Si vivieran en Dallas, Excalibur estaría en cuarentena en su piso mientras Dallas Animal Services, la Dallas SPCA y el Ayuntamiento trazan, con la ayuda de expertos, un plan para la cuarentena. Si vivieran en Dallas, los equipos de limpieza habrían ido cada día en proporcionar agua y comida al animal. En realidad, tampoco habría que vivir en Dallas, sino en un lugar donde la administración demuestre empatía y cordura: empatía para ayudar a los ciudadanos a los que sirve y cordura para actuar con inteligencia, serenidad y madurez. Quizás no hace falta ni coger un avión para ir a un lugar así, sino una papeleta y una urna.

El cas Excalibur http://www.totsantcugat.cat/ca/notices/2014/10/el-cas-excalibur-23961.php

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