En memoria de Gordi (escrito de Villabichos)

¡¡¡¡ La que has armado, Gordi !!!!

Seguro que ahora estás, asomado desde tu nube, asombrado ante todo esto..... Tú sólo te acercaste al bordecito para volver a ver, desde allá arriba, a tu familia...a tu querida Miryam. Sólo querias ver que todo estaba bien, como siempre ha estado....

Y encuentras los ojos de Miryam llenos de lágrimas.....lágrimas que se unen a las de 8000 amigos más. Lágrimas que caen a la tierra para regar la semilla que ya ha empezado a germinar...

Te preguntas qué tiene que ver esto contigo... Claro, tu solo hiciste lo que mejor sabes hacer:

Ser compañero y amigo, esperar pacientemente junto al ordenador, hacer reir cuando más se necesita, pasear, jugar, revolcarte en la arena..... solo disfrutaste de la vida, de la comida, de los juegos, del amor de la familia..... Como cualquier otro perro. ¡¡¡¡ Que importa la raza !!!!
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Y poco a poco conseguiste hasta cambiar el lenguaje, Pasaste de ser un perro de caZa a ser un perro de caSa. Sólo una letra que cambia totalmente una vida.....

Una casa en lugar de un zulo, un paseo en lugar de una cacería, pienso y chuches en lugar de pan duro, abrazos en lugar de patadas... y una vejez rodeado de cariño en lugar de un tiro o una cuerda en el campo.

Ya no sorprenden los setters paseando con sus dueños, los pointers viajando de vacaciones, los bretones jugando con los niños, los galgos luciendo su elegante estampa en la ciudad.....

Y tú, Gordi, eres, en gran parte, el culpable. Así que no te asombres si a tu nube empiezan a llegar bracos gorditos, podencos viejecillos hablando de sofás..... y si, al verte, sonrien y dicen los unos a los otros ; " Mira, es Gordi. El perrito de Myriam, el de "perros de casa",

sábado, 17 de agosto de 2013

Una historia de tragedia y esperanza

Yo solo puedo añadir , galgos ... y podencos, y bracos, y bodegueros, y bretones, y grifones, y .......
 
una nueva oportunidad

Una historia de tragedia y esperanza

Al año 50.000 galgos son maltratados y abandonados pero gracias a la labor de voluntarios y de asociaciones pueden disfrutar una segunda oportunidad

17.08.13 - 07:49 -

Una historia de tragedia y esperanza
Galgos rescatados y que disfrutan de la compañía de su nueva familia. / 'Galgo Leku'
Hace un año que la vida de Blues, un joven galgo, cambio por completo cuando una perrera provincial de Valladolid le rescató de una muerte segura en una cuneta de una carretera. Se encontraba escuálido, lleno de garrapatas, de suciedad, y con una fractura en la pierna que dejaba visible el hueso y una gran infección. Tras llevarle a un veterinario las sospechas de que había sido atropellado fueron confirmadas. Se hallaba en tan malas condiciones que la única salida que se veía era el sacrificio. Pero gracias a una llamada de una protectora el trágico final al que estaba abocado Blues no llegó a suceder, y ahora se encuentra feliz y recuperado viviendo una segunda vida que nunca pensó que tendría. Esta es solo una de las historias que Alba Navarro, vicepresidenta de la asociación 'Galgo Leku', recuerda con más sufrimiento, dolor y satisfacción por el duro trabajo realizado.
'Galgo Leku' es una de las cientos de asociaciones que hay en toda España salvando la vida a estos animales tan bellos, nobles y agradecidos. Nació de la idea de unos amigos que rescataron a dos galgos y hoy en día ya son 400 a los que han dado una nueva oportunidad. Esta asociación vasca se encarga de rescatar y salvar a galgos que han sido abandonados o maltratados, en la mayoría de los casos por los cazadores. Sin el apoyo económico de las instituciones y con la ayuda de voluntarios que dedican su tiempo libre y parte de su dinero, han puesto un grano de arena en esta lacra que el año pasado afectó a 50.000 galgos en toda España.
Con el inicio de la temporada de caza, de octubre a febrero, empieza el periodo más dramático para los galgos porque aquellos que no sirven para la liebre son desechados. "A partir de cierta edad dejan de ser útiles para los cazadores, y cuando termina la temporada les es más caro mantener a un animal mayor que a uno más joven. Además, cuando ya tienen cierta edad la velocidad y su forma de cazar es diferente. Todo funciona por descarte", explica Alba Navarro. El final de estos perros es siempre trágico. Son ahorcados en olivos con las patas traseras rozando el suelo y las delanteras moviéndose de manera compulsiva agonizando hasta dos días antes de morir. Se dice que se ponen a tocar el piano, pues sus patas traseras se quedan en la misma posición que la de los pianistas. "Nos hemos encontrados con casos en los que los perros no han visto la luz en días o que apenas han comido un trozo de pan en toda la semana", apunta. Además del ahorcamiento, muertes con sufrimiento y abandonos, hay cazadores que tienen la costumbre de arrastrarlos por la carretera atados a su parachoques. Cuando esto ocurre, el dueño se encarga de arrancarles el chip que identifica quien era su anterior propietario. De esta forma se aseguran de no dejar ninguna muestra de la brutalidad que acaban de cometer y no podrán ser multados.

Las casas de acogida

Permanecer encerrados en zulos, entre rejas, y a oscuras sin apenas socialización crea en el galgo traumas psicológicos de los que "algunos consiguen recuperarse y hacen una vida familiar, a otros por el contrario les cuesta mucho más tiempo y nunca llegan a recuperarse al cien por cien", afirma Navarro. Para que la recuperación sea mayor y no permanezcan en un centro donde el trato no es tan personalizado, desde 'Galgo Leku' optan por llevarles a casas de acogida. "Tiene la gran ventaja de poder controlar mejor al animal, conocer más acerca de su carácter y te permite tratarlo de forma individual". Sin embargo "si no hay casas de acogida, no podemos rescatar", reconoce Navarro. Aún así, en alguna ocasión debido a la gran cantidad de casos que tenían entre manos han optado por llevarlos temporalmente a residencias concertadas.
Sin la labor que realizan las casas de acogida sería mucho más complicado rescatarles del maltrato físico y psicológico que han sufrido. Quienes conviven con el galgo durante el periodo de recuperación observan la evolución desde que llegan cabizbajos, miedosos y lastimados, hasta que se marchan con otra mirada y sin rehuir el contacto humano. Son quienes le acostumbran al cariño, a la alimentación o a una cama. "A la mínima que se les trata con un mínimo de respeto responden de una forma increíble", afirma Navarro. Todo ello con los consejos y pautas que desde la asociación se les da para que sepan como deben de actuar cuando hay algún problema.
Al igual que Blues miles de galgos son abandonados, maltratados y asesinados, pero con la ayuda de voluntarios y centros que se dedican en cuerpo y alma las veinticuatro horas del día, es posible contar historias con final feliz que animan a muchos otros a seguir adelante en la lucha. Una lucha que se ve recompensada cada día que se ve a un galgo pasear por la calle en compañía de una familia
 http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20130817/sociedad/abandono-maltrato-galgos-201308141402.html

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