Gracias Beatriz, gracias en nombre de ellos y de nosotros... aunque sigo pensando que arriesgaste demasiado
Copio notición :
http://beatriz-menchen.blogspot.com/jueves 19 de mayo de 2011EMPIEZA EL PRINCIPIO DEL FIN
Chicos   y chicas, animalistas de toda España y de todos los sitios. Gracias a   todos, gracias de corazón. Hoy es uno de los días más felices de mi  vida  porque han merecido la pena estos 14 años de sacrificio  incondicional  por los que más se lo merecen que son los animales  abandonados.
Durante  todos estos años, trabajar en  Protección Animal en una perrera  municipal ha sido muy duro porque era  estar constantemente al límite de  todo. Al límite de animales  abandonados, al límite de agotamiento físico  y mental, al límite de  recursos, tanto humanos como económicos, con el  miedo en el cuerpo  constantemente de que nos quitaran de un plumazo en  cualquier momento y  se acabara la Protección Animal que yo había  iniciado por iniciativa  propia, sin que el Ayuntamiento ni nadie me lo  pidiera. Todo ello en un  lugar donde cuando yo llegué era el sitio más  terrible que nunca antes  había visto, pues sacrificaban al 98% de los  animales que recogía el  ayuntamiento y que sólo abría para adopciones  una hora a la semana,  ltodo os jueves de 10 a 11. Las posibilidades de  adopción de esos  animales entonces, hace 15 años, eran nulas.
Cuando  ya  había demostrado que la Protección Animal era posible en una perrera  y  cuando más pedía al Ayuntamiento que el proyecto que yo había  iniciado  lo hicieran suyo, se hicieran partícipes y pusieran su granito  de  arena, con mejores instalaciones y mejor presupuesto, todo ese  proyecto  se vino abajo cuando contrataron a Hydra y a Vetmóvil. Eso que  tanto  había temido, se hizo realidad y era una realidad tan dura que no  podía  quedarme de brazos cruzados. Al igual que al principio, cuando  empecé,  sentía que los animales no podían acabar como hacía 14 años, que  no  podíamos permitir que 14 años de Protección Animal no hubieran  servido  para nada. Cuando me confirmaron los datos todas mis sospechas  del  exterminio de animales que se estaba llevando a cabo en Getafe, con   casi un 70% de animales ejecutados en sólo 6 meses, a la desesperada,   tuve que iniciar la huelga de hambre, porque no podía consentir que   muriera un solo animal más.
Hoy he cumplido 23 días en  huelga de  hambre. Han sido 23 días muy largos, duros, difíciles, pero  durante los  cuales no me ha faltado el convencimiento de por quién lo  estaba  haciendo, que eran todos esos perros y esos gatos que conmigo  habrían  estado salvados y que ahora estaban manos de mataperros.
El  apoyo  de toda la gente, con tanto cariño, sabiendo que esto es una  causa  justa, y por eso lo han apoyado todas las asociaciones y  ciudadanos de  todas las partes de España y del mundo, eso ha sido  decisivo para  conseguirlo. Porque por primera vez le hemos dicho a los  políticos todos  juntos que queremos Protección Animal y por fin, nos  han escuchado. Es  la primera vez fuera de Cataluña que un Ayuntamiento  va a poner en su  contrato de gestión de la perrera criterios de  Protección Animal, lo que  garantiza el bienestar y la vida de los  animales abandonados que se  recojan en Getafe.
Mi emoción  no puede ser más grande. Imagino  que la vuestra también, porque como  cuando dije en la manifestación el  día que empecé la huelga, la  Protección Animal ha vuelto a Getafe para  no irse nunca más y creo que  eso lo define todo porque es EL PRINCIPIO  DEL FIN.
El PRINCIPIO de las PROTECTORAS PÚBLICAS y el FIN DE LAS PERRERAS.
Nos   queda mucho camino por delante, pero va a ser mucho más fácil porque   somos muchos más, porque los políticos ya no pueden mirar para otro lado   y porque los animales se merecen ser felices y ser respetados.
Ahora   tenemos el compromiso del Ayuntamiento. Cuando este compromiso sea un   hecho real y ya haya contratado a una Protectora de Animales   celebraremos una gran fiesta por todo lo alto. A la que quiero que   acudáis todos para celebrar EL DÍA DEL ORGULLO ANIMALISTA.
FELICIDADES A TODOS.
Beatriz Menchén
Publicado por Beatriz Menchén en 09:12